La plaza de toros de Valverde del Camino se inauguró en el año 1828. La plaza está (según consta en el Registro de la Propiedad) “en la calle Carpinteros, en el cercado llamado El Matadero. Linda toda la plaza con las tres casas que le son accesorias por el Levante que están en la calle Real de Arriba, por el Sur con el frente de la calle Carpinteros y por el Norte y Poniente, con el cercado del Matadero".
Su estilo no ofrece peculiaridades artísticas dignas de señalar. Es un edificio adaptado a su función, construido con cal, canto y ladrillo en los remates, como la generalidad de las plazas de toros que se levantan en la provincia durante la segunda mitad del siglo XIX, posiblemente al calor de una coyuntura de prosperidad económica en la que, a las ocupaciones tradicionales, vienen a sumarse el resurgir de la minería y el desarrollo de las comunicaciones y el comercio.
La plaza es totalmente circular, integrándola un ruedo de 35 metros de diámetro y 7,5 metros de tendido perimetral con un palco, ascendiendo por consiguiente a un total de 50 metros de diámetro de ocupación, con una capacidad en sus graderíos de 3.000 localidades aproximadamente. En la calle Benavente se encuentra la entrada principal con una gran puerta y dos ventanas en la planta baja y tres balcones en la planta alta. Hay en esta misma calle otra puerta que conecta directamente con el ruedo y por donde se llevan a cabo los encierros. En la calle Real de Arriba se sitúa una puerta de servicio, por la que se accede al patio de caballos y a los toriles mediante un callejón que sirve para las retiradas de los animales sacrificados después de las corridas.
Aunque la plaza se inauguró en 1828, el primer cartel que se conserva es de 1832 y los festejos se celebraron los días 16, 17 y 18 de septiembre. Los dos primeros días fueron corridas de toros y el tercero una capea de precios "más moderados". Los toros anunciados pertenecían a tres ganaderías distintas: la de Blas Mouriño, con divisa celeste y blanca; la de Justo de la Cueva, con divisa blanca y la de Alonso del Pino, con divisa encarnada y pajiza. Actuó de matador “el muy acreditado y conocido (como dice el cartel) Manuel Lucas Blanco de Sevilla”.
Habría otras muchas fechas para destacar en la historia de esta plaza, pero hay dos especialmente importantes para el toreo onubense. La primera, la del 15 de agosto de 1920 en la que Manuel Báez Litri vistió por primera vez el traje de luces compartiendo paseíllo con Rafael Posada en la lidia de novillos del ganadero valverdeño don Manuel Castilla. La otra fecha es la del 17 de agosto de 1947 en la que Miguel Báez Litri, hermano del anterior, también se vistió de torero por primera vez. Actuó con José Utrera Costillares y Juan Posada, que también debutó ese día. Los novillos fueron del ganadero triguereño Gerardo Ortega.
A los largo de tantos años han pasado por esta plaza las principales figuras del toreo y cabe destacar que se han otorgado dos alternativas: la del onubense Jesús de Fariña el 17 de agosto de 1996 y la del gaditano José Caraballo que fue el 14 de agosto de 2009.
La última modificación que ha sufrido esta plaza ha sido la incorporación del callejón, que se inauguró el 27 de febrero de 2011. Ese día se lidiaron toros de Hermanos Sampedro para Francisco Rivera Ordóñez Paquirri, Antonio Ferrera y Oliva Soto.